Álvaro Matus escribió en La Tercera sobre la relación entre humor y religión a propósito del periódico Charlie Hebdo. Kundera, Cioran y Rushdie son mencionados en su columna:
La pareja religión y humor nunca se ha llevado. Tampoco poder y humor. Dictadores de toda laya han intentado restringir el humor como sea, porque los chistes los entiende todo el mundo. Lo saben el egipcio Bassem Youssef, reprimido por cuestionar al islam; el sirio Ali Ferzat, torturado por reírse del presidente de su país; y Zargamar, condenado por el gobierno birmano a 59 años de cárcel, aunque gracias a la presión internacional salió en libertad el 2011. En Chile, el 19 de agosto de 1987 se censuró un número completo de la revista Apsi. No se trataba ya de cortar un reportaje o censurar una foto, de ponerle esos parches negros que signaban que la imagen estaba prohibida. No. Había que retirar los 30 mil ejemplares porque se trataba de un especial con puras caricaturas y chistes, titulado “Las mil caras de Pinochet”.